domingo, 6 de mayo de 2012

Un ángel sin alas.

Buenas tardes lectores, después de mi largo letargo los dejo con mi nueva historia, que se titula :
Un ángel sin alas.
Los dejo con el Prologo, capitulo 1 y 2... (y continua, se irá actualizando)


  • PROLOGO INTRODUCTORIO. “Voluntad”


                  Si aún puedo decir que tengo corazón, es frío como el hielo, sin deseos, ni miedos.
No tengo otra cosa por que vivir, que arrastrar lo puro a consumirse con pecados…
Porque es lo único que me saca una sonrisa… que me divierte… que me entretiene mientras que monótonamente pongo un pie delante del otro, por los siglos de los siglos…
                  Un ser insensible, incapaz de sentir remordimiento, incompetente de hacer algo por alguien más que sí mismo, un ser egoísta… un insaciable sin remedio…
                  No soy más que un usurpador, un tramposo, movido por la envidia de todo lo que carezco, que por más que intentase jamás podría tener, por que no tengo anhelos, ni tengo alma que llenar.
                  Sigo con mis oscuros planes, los que no han cambiado desde hace miles de años, completamente orgulloso de que sigo cayendo, llevando conmigo todo lo que acaricio lujuriosamente, porque mi codicia no tiene parámetros, ni tengo voluntad para cambiarlos, porque soy perezoso, completamente indolente.
                  Fue entonces, mientras seguía profanando lo que alguna vez fue un lienzo en blanco, que te cruzaste en mi camino. Esos cabellos oscuros y esos ojos claros, un aura celestialmente piadosa, un caminar angelical y una sonrisa divina; por donde quiera que la mire era incluso muy brillante para mis ojos, acostumbrados a estar en la oscuridad por la eternidad.
                  Cuando el lienzo que tenía ya estaba negro y podrido, era necesario buscar uno nuevo; fue entonces que te volví a ver, por alguna razón, tus ojos podían leer mi mente como un libro, pero por una razón aún más extraña, en vez de alejarte, me sonreíste con cariño y me pediste te siguiera. Y eso hice, totalmente cegado te seguí sin importarme a donde fueras, yo también quería ir.
                  Fue entonces cuando me di cuenta, la primera vez que quise algo, que tuve un deseo, que me emocionaba por algo que no fuese una crueldad. Realmente yo quería, seguirte a donde fueras.
                  Por un tiempo fui tu compañero, fui contigo a muchas partes, apreciando tu manera de ser, la forma en que mirabas todo con ilusión y color, viendo lo bueno en cada cosa, incluso donde yo no veía nada más que desesperación, tu veías salvación.
                  No estoy seguro de cómo, no tengo necesidad de averiguarlo tampoco, pero creo que hasta mi triste y negra existencia, comenzó a llenarse de color. Mis ojos que eran de un rojo sucio, al fin tenían brillo, antes no tenía nada, no podía discriminar lo que me rodeaba, estar contigo me hizo ver, darme cuenta, cuan impuro era.  Me daba asco a mi mismo. No quería ensuciarte.
                  Por primera vez sentí en mi interior, una mota de duda, un ápice de luz… el nacimiento de un deseo en mi corazón destrozado por maldad. Yo quería protegerte, abrazarte, tocar tus mejillas rosadas, y que siguieras viéndome con esa sonrisa y esa mirada tan misericordiosas.
                  A punto de darte la mano, de tocarte por primera vez, me detuve, tuve miedo, no quería ensuciarte, no quería arrastrarte conmigo. Mi entidad no tiene derecho a sentir todo esto, no tengo derecho siquiera a protegerte.
                  Soy un destructor de almas, un devorador de inocencia, un inductor de malos pensamientos. ¿Cómo podría tocarla con estas manos? Con estas manos inmundas y manchadas de tanta sangre. Con estas garras negras que descuartizan la esperanza.
                  Desistí. Lo mejor para ti si quiero cuidarte es que desaparezca de tu vista. Que no te deshonre con esta piel infectada. Solo me queda protegerte desde lo lejos, de aquellos que son como yo, que solo querrán apagar tu luz. Por que eres el sol para mi y no quiero que te extingas, me iré despacio.
                  Te dije gracias, y escondiendo todo dolor,  quise emprender mi camino. Pero… sostuviste mi mano, sin dejarme ir, sin importar si te manchabas. Con lágrimas y sonrisas que yo no podía comprender me pediste que no me fuera, que me quedara ahí contigo, que nada más te importaba solo quedarte conmigo. Y yo no entendí…
                  No entendí como era posible, que alguien como yo pudiera ser amado por una persona como tu, tan llena de vida y de sueños. Y por eso te pregunté. “¿Porqué me salvas?” y amablemente respondiste: “porque me enamoré de ese rostro lleno de lágrimas y porque solo quería que sonrieras para mi”
                  Fue esa respuesta la que salvó mi corazón, la que me hizo enamorarme de ti, porque incluso para mi, había alguien que esperaba.
                  Así gané el coraje que me faltaba  para al fin poder abrazarte. Y de pronto, me vi obligado a verte desaparecer entre mis brazos. Como un castigo por mi detestable existencia, lo único que adoraba se me iba de las manos.
                  En tus últimos alientos me dijiste: “porque vivía al borde de la muerte, era que podía verte… ahora aunque tu no puedas verme, siempre estaré en tu corazón”
                  Frente a tu sepulcro yo prometí que mi existencia tendría otro sentido y lo sellé con lágrimas gélidas. Así nací de nuevo y comenzó mi historia…
                                                                                                                                                … gracias Alexia.”
En la próxima luna llena mi nombre quedará grabado en tu corazón
Capítulo 1: Todo el que nace tiene un nombre “Vínculo”


  • Capítulo 1: Todo el que nace tiene un nombre. “Vínculo”


            Contar mi historia me da una sensación de alivio, de esa forma todas las personas que conocí, sus vidas y proezas, no morirán solo en mis recuerdos. Puede que para ellos no sea la gran cosa, pero a mis insensibles ojos, cada pequeña cosa fue pintando mi vacío corazón. Porque gracias a ellos, hoy sé que existo.

                  “Para mi, hacer promesas que jamás cumpliría era muy sencillo, pero esta vez, me encontré con un problema; no podía cambiar sin importar cuanto quisiera, no sabía cómo.
                  Estando Alexia cerca, no tenía que pensar que hacer, me dejaba llevar por su mano, impulsado por sus deseos. Ella era la voluntad que me faltaba.
                  Abrumado por estos pensamientos, caminaba sin rumbo por Édessa*1, hasta que me detuve cerca de un río a observar la puesta del sol, necesitaba un descanso. De repente, una voz me sorprendió diciendo “¿De dónde eres?” en un tono muy curioso. Realmente no sabía que contestar, la voz provenía de una niña de baja estatura, cabello largo, negro y ondulado, piel muy blanca y unos ojos oscuros, que me decían que no se irían sin una respuesta.
                  “¿Puedes verme?” repliqué. La joven puso una expresión de descontento, obviamente lo que dije era muy diferente de lo que esperaba escuchar. Dada mi apariencia, no me impresiona que sienta curiosidad, pero… la interrogante mayor está muy clara, ¿Porqué puede verme?
                  “Claro que puedo, sino no estaríamos hablando” dijo. En ese momento, las palabras de Alexia volvieron de golpe a mi mente “Porque vivía al borde de la muerte, era que podía verte…” ¿Será que esta niña esta cerca de morir?
                  “Mi nombre es Agnes ¿y el tuyo?” me dijo sin titubear. Durante mi larga travesía en este mundo he conocido mucha gente extraña, pero es la segunda vez que me dicen que me ven, y lo hacen con bondad.
                  “Eres una niña bastante misteriosa. Está oscureciendo y no deberías andar sola, mucho menos hablar con un extraño como yo” supuse que eso era lo que debía decirle, ya que es exactamente lo contrario de lo que diría normalmente. “¿No deberías volver a tu casa?” agregué.

Agnes_ veo que no vas a contestar nada de lo que pregunté. Mis padres me abandonaron y no tengo a donde volver. Estoy acostumbrada a ver "cosas" como tu… es por eso que todos me evitan, es así desde que tengo memoria. A demás estoy segura que no vas a hacerme daño.

                  “Aún así ¿Por qué estas tan resuelta a saber de mi? ¿No tienes miedo?” le pregunté.

Agnes_  estás triste y perdido, ¿no es así? Cuando mis padres se fueron, intenté encontrarlos desesperadamente. Me negaba a pensar que me habían dejado y mientras corría, no paraba de repetirme que los encontraría a la vuelta de la esquina y que todo había sido un error. Caminé y caminé hasta que mis piernas no pudieron más y me dejé caer al suelo. Se como te sientes, porque así era como me sentía en aquel momento. Solo una persona me ayudó a levantarme después de eso. Sin su mano, habría muerto ahí mismo.

                  Increíblemente, esta niña reía con sinceridad. Si bien lo había perdido todo, no tenía miedos, dudas, está completamente sola y no hay rencor hacia su familia, se ve a simple vista. Incluso, mientras me dice todo esto, ella… me sonríe, a alguien como yo; y sin darme cuenta le devolví la sonrisa. Me dio la mano y dijo:

Agnes_ ella también me salvó, de perderme en la oscuridad, al igual que a ti. Muy bien, Señor Desconocido, empecemos de nuevo. Mi nombre es Agnes, Alexia me contó mucho de ti, pero nunca me dijo tu nombre. ¿Cómo te llamas?

                  ¿Alexia la salvó? No me sorprende. No la imagino dejando sola a una niña indefensa. Agnes me extendió su mano y pensé “Tal vez, esta niña pueda ayudarme a descubrir mi nuevo camino” Y sin mas preámbulo le di la mano y le contesté, “Azriel, solo dime Azriel.”

Agnes_ es un gusto hablar contigo al fin, Azriel. Realmente quería conocerte. Tengo algo para ti”

Ya está empezando a amanecer. En nuestro próximo encuentro apreciarás mi silencio, pero aún tengo mucho que contarte…
Capítulo 2: Una pequeña luz entre tinieblas. "Desolación”

  • Capítulo 2: Una pequeña luz entre tinieblas. "Desolación”


                  Decidí hacer un alto en contar mis aventuras. Este capítulo quiero dedicárselo a nuestra nueva compañera, Agnes. Sin ella, nada habría cambiado en mi vida. Hace años que no la veo y le pedí por medio de una carta, que escribiera por ella misma un poco de su vida, permítanme leérsela:
“Barcelona, España.
28 de abril de 2012
                  Querido Azriel:
                                                      que grato es saber nuevamente de ti. ¿Cuánto a pasado desde la última ves que nos vimos? ¡¿56 años ya?!. Realmente no puedo creer como pasa el tiempo, bueno… tu tampoco, ¿no es verdad? Debes estar igual que siempre.
                  Me sorprendió recibir tu carta, saber que estas escribiendo un libro me pone contenta, pero también me hace pensar ¿Crees que lo creerán o qué lo tomaran como una de esas historias de ciencia ficción? En fin, supongo que no interesa, para quienes lo lean, de una forma u otra serás tan real como lo eres para mi. Pero honestamente, incluso yo con 71 años se usar Internet ¿Porqué me mandaste una carta? Soy vieja pero no inútil.
                  Dejando todo de lado, quería contarte algo muy curioso que me ocurrió el otro día; mi hija menor vino a visitarme, está en la dulce espera de mi tercer nieta, me dijo que le pondrán de nombre, Alexia. Las vueltas que da la vida ¿no crees? En fin, comenzaré a escribir lo que me pediste.
                  Nací en 1941, en Megara, cerca de Atenas. Viví hasta los 5 años con mis padres y mis abuelos. Luego nos mudamos a Edessa, donde nos conoceríamos más adelante. Desde que tengo memoria he podido ver fantasmas y cosas que las personas normales no pueden ver. Me parecía muy divertido ver lo que hacían, aunque siempre desde lejos, no voy a mentirte a estas alturas, algunos daban miedo. Cuando me di cuenta que podía hablarles, los ayudaba como podía, al menos eso era lo que intentaba. Tenía 6 años cuando me animé a decirle a un adulto que había hablado con su hermano fallecido, y que este no podía pasar al otro mundo porque había algo que quería decirle. Sin embargo, el hombre me empujó bruscamente hasta sacarme de su casa, me gritó cosas que no entendía en aquel momento, y sinceramente hoy no recuerdo. Pero sacar a la fuerza a una pequeña niña de 6 años, es una crueldad, lo mires por donde lo mires. Pero como era muy testaruda, al igual que ahora, no iba a rendirme fácilmente. Seguí intentando ayudar a los fantasmas y hablar con más gente, pero siempre me trataron de loca, jamás me creyeron ni una sola palabra.
                                    Ahora que lo pienso, supongo que solo tenían miedo, porque siempre fui muy clara y detallista, era imposible que no supieran que decía la verdad. Los humanos tendemos a evadir la verdad, porque no siempre podemos con ella, a veces preferimos mentirnos a nosotros mismos, para no llorar. Pero eso no nos lleva a ningún lado ¿No lo crees? Sigamos.
                  No pasó mucho tiempo hasta que la gente comenzó a quejarse ante mis padres. Al principio pensaban que jugaba, que tenía mucha imaginación. Pero todo comenzó a cambiar cuando les dije que había visto al abuelo. Mi mamá no me hablaba y mi papá me evitaba a toda costa. En los días siguientes, las cosas en la familia empezaron a andar mal, o por lo menos eso es lo que querían ver. Los vecinos nos evitaban, a papá lo echaron del trabajo, mamá enfermaba con frecuencia y por alguna razón yo era la que recibía los gritos y las acusaciones. Papá me miraba con frialdad y mamá solo me hablaba para echarme la culpa de las desgracias.
                                    No era mentira que hablaba con entes y criaturas, pero nunca fue mi culpa lo que pasó. Mi padre tenía problemas con las apuestas y la bebida, fue así como perdió su dinero y trabajo; y mamá salía temprano a trabajar como podía para traer pan a la mesa, por eso enfermaba rápido. Las cosas siguieron empeorando, incluso ahora también recibía golpes. Hasta que todo se detuvo y comenzaron a ignorarme por completo. A sus ojos yo no existía.
                  Al volver una tarde a casa, había extraños viviendo en ella y mis padres simplemente se habían ido dejándome atrás; los extraños dijeron que mis padres le habían vendido la casa y se fueron sin decir nada. Las lágrimas salían sin parar, me engañaba pensando que me había confundido de casa, que estaba perdida, que me buscaban, que no se habían olvidado de mi; mientras tanto corría por entre las calles a toda prisa, sin parar de llorar, tratando de divisar a mamá y papá entre la gente. Cansada, sin resultados, con hambre, y como si las cosas no pudieran empeorar, comenzó a llover. En vano seguía buscando, hasta que resbalé por el barro y me lastimé el pie. No recuerdo si seguía llorando, estaba tan empapada que confundía lagrimas con lluvia. Y me rendí. Pasaron unos instantes hasta que una mujer me alzó y me llevó hasta su casa. Ninguna dijo nada, su abrazo cálido fue suficiente para confiar en ella y con mi cabeza en su hombro me quedé dormida.
                  Cuando desperté, me encontraba en una cama muy cómoda en una habitación bastante pequeña, pero muy linda y acogedora. Fue cuando mi salvadora entró por la puerta con una taza de té caliente; beberlo hizo que mi alma volviera a mi cuerpo. Desde ese día me quedé a vivir con Alexia. Siempre fue muy buena y amorosa conmigo; bueno en realidad, siempre fue buena con todos, sin importar quien fuese y como la tratasen, ella siempre fue amable. Era como un ángel, pero tu debes saber eso también.
                  Cinco años después, Alexia ya no era tan ágil como siempre, tropezaba con frecuencia, se cansaba rápido, su piel empalidecía hasta ser como el papel; fue cuando me confesó que tenía leucemia y que en el mejor de los casos le quedaba un año de vida. Muy triste pero resuelta a recuperar su sonrisa, comencé a ayudarla con los quehaceres de la casa, incluso con su trabajo; así ella podía descansar un poco más y sentirse mejor.
                  Una tarde mientras dábamos un paseo por la tarde en el Parque Kioupri, recordó que había dejado en casa unas flores para una amiga, así que volví por ellas. Que gran sorpresa me llevé, cuando al volver, vi a Alexia hablando contigo. Ella no los veía, pero aún así hablaba contigo sin problema. Por mis experiencias, era peligroso que hablara contigo, ¡pero ella se veía tan feliz! Iba a intervenir, pero vi como la mirabas y entendí, que no le harías daño. Así que me senté cerca, esperando el momento justo.
                                    Mientras esperaba, recordé a mi mamá diciéndome, que cuando tenía dos años, me ahogué en un estanque, y que estuve muerta durante más de media hora. Nadie sabe como fue que volví a respirar. Probablemente sea por eso que puedo verlos y el hecho de que a ella le quedara poco tiempo, era lo único que podría explicarlo. En aquellos tiempos lo que más quería era que Alexia fuera feliz los últimos momentos que le quedaban, y solo era posible si estaba contigo. No puedes darte una idea de que tan contenta volvía a casa los días que te veía, y me contaba muy alegre sus paseos. Pero todo tiene un final, y una noche me dijo “si el día de mañana no pudiera volver a casa, prométeme que lo buscarás, el va a cuidarte muy bien, y tu lo cuidarás también, Agnes… muchas gracias por todo” y luego se quedó dormida. Esa noche hacía frío.
                  A la mañana siguiente, sentí un beso en la mejilla que me despertó y sonriendo pero sin decir nada se fue. Me vestí rápidamente y corrí a buscarla, otra vez me quedaría sola, sin siquiera despedirme y decirle cuanto significó para mi. Cuando la encontré estaba entre tus brazos, habiendo cerrado sus ojos para no abrirlos nunca más.
                  Al terminar la ceremonia de entierro, dejé rosas blancas en su tumba, ya que eran sus favoritas, y fui a buscarte como prometí. El resto lo sabes bien, no planeo quitarte el crédito por tu libro, a demás si sigo escribiendo lloraré más que aquel día, y me juré recordarla con la misma sonrisa con la que ella se fue. Gracias a Alexia cambié mi forma de ver las cosas, por ti encontré algo por lo que valía la pena vivir. Siempre te estaré agradecida.

Espero que esto sea lo que me pediste. Estaré esperando tu libro. Tu amiga siempre.
Agnes”

Está oscureciendo. En nuestro próximo encuentro, asegúrate de ver bien mis ojos…
encontrarás algo interesante”
Capítulo 3: Aprendiendo a caminar de nuevo. “Determinación” 27/5

Atte. Lady Rose Michaelle

lunes, 23 de agosto de 2010

Algo tan triste me ha devuelto la felicidad...

Bienvenidos mis queridos lectores a la quinta noche carmesí.

Lamento la tardanza... mi corazón se había cerrado a la escritura,

por motivos de dicho corazón.

Les agradezco de ante mano cualquier comentario.

Espero sea de su agrado el relato al que llamé:

... Silencio y Arrepentimiento...

Comencemos con nuestra noche:

Con qué fluidez y nostalgia rememoro aquellos tiempos que me hacían tan feliz, de un pasado que permanece grabado en mi alma.

Palabras que resuenan en mi mente, sentimientos que me golpean y hieren, frases nunca dichas que guardo en lo profundo.

Casi puedo ver lo que no fue, por un descuido o por un miedo que en aquel entonces dominó mi voz.

Mirando en silencio la ausencia, se dibuja tu figura; y con muy poca esperanza, extiendo mi mano y cierro mis ojos, esperando alcanzar tu rostro, incluso puedo sentirlo, volviéndose pedazos que se escapan entre mis dedos como granos de arena.

Viendo como caen las lagrimas al vacío, no puedo evitar reírme, mientras recuerdo las sonrisas que me brindabas haciéndome olvidar todo aquello que me hiciera llorar, pero ahora ya no estas y reír no tiene sentido.

Cada mirada, cada caricia, cada abrazo, fue construyendo mi felicidad, dejaste parte de ti en mi y eso se fue, desgarrando mi corazón, dejando solo huellas y un dolor que no se puede curar.

Era todo muy hermoso y no pude verlo, me cegué ante la duda. Tanto tiempo derrochado, resistiendo la caída, engañándome a mi misma de que la decisión correcta era mantenerme en silencio, de que sería mejor alejarme. Aún no puedo entender como aleje de mi lo que más quería, más aún, cómo pude mentirme de que eso era necesario.

Ahogando entre canciones mis sentimientos, pensando que se quedarían enterrados en el olvido y que pronto serían parte del pasado.

Mi mano esta fría y se siente pesada, y un sueño me devora hasta no sentir nada, arrastrando todo lo que atesoro a la oscuridad, donde lo pierdo de vista.

Quisiera haber sido más valiente, quisiera poder volver el tiempo atrás y comenzar desde cero, decirte lo que siento y no dudarlo, lastima que no me di cuenta antes.

Y aquí estoy yo arrepentida, deseando que algún día me perdones, rezando por tu felicidad donde estés, implorando por el milagro de volverte a ver al final, sonriéndome una vez más como antes.

Y aquí me despido, mis ojos ya no aguantan más abiertos, voy a estar cuidándote desde donde esté.

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En alguna parte, el teléfono suena; un joven preocupado contesta y tras momentos de silencio deja caer el teléfono y comienza a llorar, abatido por una terrible noticia.

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Fin.

 Atte. Lady Rose Michaelle

lunes, 21 de junio de 2010

Apariencias...

Bienvenidos mis queridos lectores a la cuarta noche carmesí.
Les agradezco de ante mano cualquier comentario.

Espero sea de su agrado el relato al que llamé:

... Apariencias engañosas ...

Comencemos con nuestra noche:

Hacía frío y el cielo estaba despejado, las estrellas se veían brillantes y había una media luna clara pero triste. Como cada noche, en el Tower Bridge, observaba con calma las vivas luces urbanas que simbolizaban las existencia de la gente. A veces me pregunto si, ¿cuándo alguna de esas luces deja de prenderse cada noche, es porque nadie más vive allí? ¿Será que esa persona dejó de existir? Bueno, eso realmente no importa, sin embargo, ver esas luces en el silencio de la noche me deja en paz conmigo mismo, es como si el mundo hiciera auto-stop por momentos.

Normalmente me detengo en medio del puente y observo la ciudad, nunca hay nadie, siempre me encuentro solo en el frío por horas, hasta que simplemente y sin nada que me dé el momento justo, me retiro con una serenidad sin par.

Esa noche fue diferente, me encontraba caminando como lo hago usualmente con mi largo abrigo marrón hacia el centro del puente, pero ya había alguien ahí. Una mujer de saco negro a la rodilla con los brazos sobre el barandal y su largo cabello oscuro mecido por el viento; no podía ver bien su cara, una bufanda roja y larga tapaba casi toda su cara, pero al acercarme si pude ver algo muy bien. Tenía hermosos ojos azules.

Llegué al punto usual, con mis manos en los bolsillos y justo al lado de la chica de ojos azules me quedé mirando la ciudad. Para mi sorpresa la muchacha bruscamente dio media vuelta y se marchó, solo que mientras lo hacía, dejo caer de su bolso rojo un pequeño papel doblado en dos. Lo tomé del suelo y cuando me dispuse a llamarla, la chica ya no estaba.

Abrí el papel para ver si había alguna dirección, pero me encontré con lo que parecía ser una extraña poesía sin terminar.

Placer buscamos

En noches iluminadas

Donde solo encontramos

La evidente realidad

La paz ya no existe

El amor se acabó

El dolor se propaga

El ruido dominó.

Las luces nos muestran

Calles vacías

Y en mis manos se…

Era una extraña poesía, tal vez, la muchacha vino aquí buscando inspiración para terminarla. Pero bueno, tal vez vuelva a verla mañana. Por ahora solo quiero preocuparme, por este viento frío que viene hacia a mi, mañana puede que llueva.

Tal y como creí, la noche siguiente llovía, aún así con mi paraguas me encamine a mi lugar habitual. A pocos pasos del lugar, estaba la chica de ayer, desabrigada y sin paraguas, empapada y de cuclillas en el suelo.

Fui hasta ella y le di mi abrigo, podía pasarle algo si seguía así, desesperada me pregunto si había visto un papel en el suelo ayer. Se refería a su poesía, supongo. Asentí y se lo entregué. Su cara se mostró aliviada y luego se desvaneció.

Rápidamente me puse a pensar, tenía que ocuparme de ella o podría morir de hipotermia. Pero el hospital London Royal estaba lejos. Mi casa esta a muy pocas calles, primero debo secarla.

Llegando a lo que llamo dulce hogar, la puse en el sillón y la tape con toallas y mantas para calentarla. No tardó en despertar. Estaba contenta, esa poesía debe ser importante para ella. No hablaba mucho solo me dijo que se llama Katherine y luego:

“gracias a ti, ahora podré terminar la poesía”

Dio media vuelta y siguió durmiendo

Supuse que debía descansar yo también así que me senté en el suelo cerca y me quedé dormido.

Desperté la otra mañana por un olor extraño.

Pero no puede ser, ¿por qué estoy encadenado?

Katherine_ Gracias, sino hubieras levantado la poesía, se hubiera mojado y yo no podría terminarla.

Joe_ ¿De qué me estás hablando?

Katherine_ estaba esperando que alguien la levantara, para poder terminarla. Necesitaba de alguien bueno e ingenuo que dejara entrar a su casa a una chica desconocida e indefensa.

Joe_ ¿qué vas a hacer?

Katherine_ no lo se… pero la verdad es que no quiero hacerlo lento esta vez. Quiero volver a casa, estoy empapada.

Joe_ ¿qué haces con ese cuchillo?

Katherine_ lo encontré en la cocina, estaba bien afilado, espero no te moleste que lo haya tomado.

Joe_ déjame salir, suéltame!!

Katherine_ lo siento, pero no puedo hacer eso, tengo que terminar la poesía.

¿La leíste no es así?

Te estuve observando por un tiempo, vas cada noche al Tower Bridge, hice esta poesía solo para ti.

Placer buscamos

En noches iluminadas

Donde solo encontramos

La evidente realidad

La paz ya no existe

El amor se acabó

El dolor se propaga

El ruido dominó.

Las luces nos muestran

Calles vacías

Y en mis manos se escucha

Tu eterna agonía.

Atte.: Lady Rose Michaelle 

martes, 18 de mayo de 2010

Un oscuro año más...


Bienvenidos mis queridos lectores a la tercer noche carmesí.
Les agradezco de ante mano cualquier comentario.
La oscuridad es mi camino, las tinieblas son mi trono y tu agonia mi alimento, más hoy que es mi cumpleaños, la oscuridad tomará este blog con más entretenimiento para todos los lectores, dándoles no uno sino dos relatos"

Espero sea de su agrado los relatos a los cuales llame:

1. En el infierno solo crecen flores podridas.
2. Dando vuelta el tablero.

Comencemos con nuestra noche:


En el infierno solo crecen flores podridas.

Donde solo la humanidad vive, donde solo hay pasto, el cielo riega hasta que brillan sus almas hasta que llega la ola abrazadora de calor y hace que se sequen hasta no dejar nada vivo, pero es mas difícil afectar a una rosa fuerte y hermosa del alma.
Las rosas, a menudo son las flores del amor, a menudo, son las flores de la muerte, incluso del alma; hay toda clases de significado para una flor como esta, tiene tanto sentimiento que se presta para sentir cualquier cosa, incluso la más oscura. Justo por eso elijo una diferente para cada persona, nunca son iguales, aunque por fuera lo parezcan,

Solo conocí a un hombre el cual podría tener la rosa más blanca y pura que hay… en contraste con una flor como yo, negra hasta el ultimo rincón, incluso a veces me veo manchada en una lluvia roja, es una lastima que no pueda estar cerca de él, definitivamente se vería teñido de pecados y sería borrada su pureza, aún así me veo cada ves más atraída, cada una de sus palabras llega tan profundo.



En el corazón de una mujer como yo, mientras más contraste más dolor se imprime en mi alma y más me gusta ese sentimiento…
Que ilógico suena, me gusta perpetrar la pureza de las almas, y que me duela su purificación.
Pero no viene al caso, no es de esto de lo que estoy pensando una y otra vez, sino de la próxima rosa,



será una rosa roja, tan roja que incluso se volverá opaca y perderá su belleza, pero eso la hace más hermosa para mi, que dulce el momento de la transformación, como el momento de una metamorfosis invertida, de un diamante a un carbon, de una mariposa a una oruga, lo esencialmente limpio se es tan fácil de ensuciar, es tan fácil manchar un alma mayormente blanca en rojo absoluto, llevar algo tan hermoso a algo tan espantoso, de algo imponente a lo más bajo, es tan fácil cambiar el destino, cuando no eres parte de él, es tan fácil manipular la mente frágil, y tan divertido, que incluso podría ser un crimen…, un momento, creo que lo es, y eso lo hace más excitante aún.

Pero no importa, vida fulminada, nueva rosa. La próxima será una rosa rosa, que bonito color cuando se pudre, un sepia, un marrón tan asqueroso, que al morir no deja rastro de lo hermosa que fue, simplemente da paso a una nueva rosa mucho más hermosa, debo aclarar. Son todas tan difíciles de reemplazar, que a veces da lastima exterminarlas, mancharlas, empujarlas al abismo.
Y de repente recuerdo es Rosa blanca que me cambio la existencia, incluso me hace pensar que no debería seguir atormentando a rosas tan prometedoras… y dejar que caminen solas en un destino inexistente… que se caigan solas, llegará el momento en que suceda, morirán más lento, pero no se puede impedir. ¿Vale la pena, el aburrimiento, por la oportunidad ajena de vivir? Con la sonrisa de esa rosa blanca, no me cabe duda la respuesta. Pero mi esencia, me obliga a cuestionar, esto que siento… debo devorar cada alma y arrastrarla a lo mas profundo del dolor para mi diversión y su tristeza, no debo olvidar que estamos en guerra constante y eterna.
Pero esa rosa, no quiero que muera, incluso si me marchito, y debo dejar de arrancar las flores del jardín y dejar que existan por más tiempo del necesario, incluso si debo pagar con mi tristeza y pena por la eternidad, valdrá la pena por ver esa rosa blanca sonreír hasta el final.
Una rosa blanca, una rosa roja, una rosa negra, una rosa azul, una rosa pura, una rosa impura, una rosa inmácula, una rosa podrida, una rosa muerta, una rosa enamorada, Que hermoso jardín sería si estuviera lleno de rosas así de blancas por siempre. Que destino más cruel, el no poder evitarles lo inevitable. Y así, las tijeras cortan la rosa negra, esa rosa que creció en el infierno. Reverenciando la rosa blanca y muriendo por amor.

FIN

Dando vuelta el tablero.

Me di cuenta en una noche, recuerdo que desperté frío y con sudor, pero sobre todos sin entender.
Mi vida carecía de sentido y la rutina volvía la eternidad insoportable, así que iba y venía sin llamar la atención sin siquiera expresar mi mera existencia. Eso es historia, hoy para cualquiera que me vea permanezco en la inmensa lista de la gente común, y tienen suerte de creer que es así.
Considero que fui una sombra, una sombra que hasta ese entonces no tenía dueño, una persona invisible para cualquier desconocido. Hasta esa noche, que a la luz de la luna comencé a ver todo diferente, distorsionado para algunos, pero a mi parecer debería decir, que vi todo claramente, encontré un nuevo propósito. Me di cuenta de, esa pasión escondida en lo recóndito de mi ser, esa parte oscura del ser humano que todos reprimen en la conciencia desde los tiempos inmemoriales donde la serpiente ganó. Este propósito, me dio una nueva vida, me dio alas negras que le faltaban a mi pobre alma perdida.
Mi verdad me abrumaba, hasta podía escucharla como un simple y leve susurro al oído, era el canto frío y cruelmente alegre de la sombra que encontró un amo. Era hora de comprobar que existes, dijo. Sentir la vida de una manera diferente a la que sentí hasta ahora; era hora de percibir ese placer que solo puede saciar el infantil atrevimiento de romper algo tan sagrado como la moral humana.
No somos humanos, lo afirmo antes de comenzar; antes que seguir la eternidad envueltos en una pesadilla, preferimos desafiar sus absurdos intentos por mantener a raya una masa incontrolable, esos intentos a los que ignorantemente llaman ley y disfrutamos de que lleven su intelecto al límite tratando de someterse entre sí.
Nosotros hemos caído y somos conscientes de ello. Los humanos, hoy por hoy, son como las flores de un peñasco, es interesante ver como se aferran a la roca, para no caer y morir. Es por esa razón, que muchos las creen hermosas, mas yo por eso mismo las creo estúpidas, que fe mas ciega, es como una torre firme ante la duda. Conozco el final, inevitablemente caerán por su propio peso. Tal vez, si creen con mucha intensidad que no es el final de su vida, sean rescatadas, pero a estas alturas, su corazón ya no posee esperanza.
Al renacer, no pude mirarme al espejo, ya que no me reconocía en él, aunque terminé por acostumbrarme. Ahora camino por la senda de la vida, observando, cada mirada, cada suspiro y cada paso, los cuales despiertan un deseo completamente nuevo, este deseo rodeado de plumas azabache.
Verlos era increíblemente tentador, verlos poner un pie delante del otro de manera rítmica y automática, ver cada expresión, cada mirada diferente, algunos tensos otros sin preocupación, con su mente en blanco o Dios sabe en qué, totalmente sin la mera idea de que son observados constantemente, ahora comprendo muy bien cuando se habla muchas veces del lobo que se disfraza de oveja para elegir a la presa con cautela y del pastor que enciende la antorcha para distinguir las ovejas de sus negras compañeras.
Ahora observaba atentamente, para no dejar pasar ni la más mínima de las sensaciones, que se incrementaban una y otra vez con cada latido de mi pecho. Esto que se llama corazón palpita de emoción, marcando los segundos de la pobre alma desgraciada que sería mi presa; pero mi rostro no expresaba nada, me mantenía camuflado en la sociedad como uno más del montón, a tal punto que solo verían la diferencia en mis ojos intencionados aquellos que se encuentran en mi misma posición.
Perdiéndome en olas de gente, no dejando punto ciego, ni persona por observar; pero el momento no se da, no hasta ver la presa indicada, aquella por la que mis ojos acechaban y por la que mi mente pedía a gritos, aquella persona por la que arriesgar la seguridad, la que exige no cometer errores, la que apacigua por momentos a la bestia y que con su ultimo suspiro borra nuestro nombre de la lista privilegiada por el resto de la eternidad, bueno o por lo menos así sería.
Puede tardar meses, días o segundos, pero el sentimiento que esta en mi interior no puede ser eliminado, solo contenido con cadenas que se rompen al ver la presa. Sin miedo y con ansias aguardo mi momento, hasta que mis ojos marquen un rostro y el elegido enfrente la resolución más cruel, simple y solamente para saciar un frenesí, un frenesí que debe ser bien planeado, sin dejar rastro alguna de que alguna vez estuve ahí más que el mero resultado de mi ecuación; cuando pase pasará, en una eternidad para la víctima y en un destello para el cazador, el cual tintará mis manos de color escarlata y buscará volver a repetirse, y fue por esto que Nací.
Hace no mucho me puse a pensar sobre el tiempo. A mi parecer el tiempo no es más que el nombre dado por el hombres a la mera percepción del vivir. Ya que si lo piensas, podrías decir con exactitud el tiempo de vida que percibes, o la cantidad de vida percibida por el mundo. El tiempo, que cosa más interesante… es algo relativo. ¿qué es un segundo para la persona común? o ¿Qué es un segundo para una víctima de un choque automovilístico? o ¿Qué es un segundo para una persona postrada en la cama de un hospital? Es cierto, ponerse a pensar esto es divertido, ¿No? ¿Qué sienten? ¿Sufren? ¿Cuánto? Es muy divertido. Aunque todo esto es mera especulación, para mi el tiempo es interminable. Hasta que cumpla con la orden, no partiré de este mundo. Es molesto el ir en círculos sobre el tiempo, más sino obtengo respuesta, y mucho más si la respuesta no me incluye ni influye.
Me mantendré expectante, veré para mi placer el dolor y sufrimiento del mundo, y causaré tanta pena y agonía como me sea imposible, esto es parte, del nuevo objetivo de mi vida. Tentando gente buena y arrastrándola debajo del faro de la noche, ahí donde hay más oscuridad. Y siendo la piedra que causa el tropiezo, tropiezo que permita la caída, caída que inicie el desastre, desastre que nos de la delantera y la diversión.
Otro tema me fue impuesto en la mente, cuando miré hacia el cielo; un cielo brillante y lleno de luz, tanta luz que me ciega, ¿no sería más divertido si fuera gris? ¿si estuviera lloviendo? La gota que cae en mi cara… la gota que toca el suelo y se une al resto, y ¿si fuera roja? y ¿si fuera sangre? Divertido. Mirar al suelo de nuevo y bailar un vals en un charco rojo. Divertido. Y ¿si la luna que vemos en el cielo nocturno fuera roja? ¿No sería bella? Ella también sangra al igual que el cielo cuando llora. Divertido. Pero…
De ser divertido, llegaría a dejar de serlo, el hombre tiene una capacidad de adaptación impresionante, y en definitiva, encontraría la razón de estos sucesos y dejaría de temer, acostubrándose al lúgubre paisaje. No tiene sentido. Es preferible que vean al mundo de la forma mas preciosa para ellos posible, al Final el cambio será rotundo, y la habilidad de adaptación desaparecerá acompañada de la aparición del miedo y la desesperación. De hecho, ¿no es por esta razón, que el hombre puede vivir tranquilo? ¿No es porque la muerte es no se ve, que mantienen la esperanza? Así es, ellos terminarán por caer en lo inevitable, en ese río que no dejará que nadie lo contradiga. Pues es para los humanos, que caen en la ignorancia y el miedo, en esas arenas movedizas llamadas destino, que no hay escapatoria. Nosotros somos los que no poseemos destino. Pero intentarán, tratarán de ganar, levantando su orgullo como una espada, pero esta terminará por oxidarse, no herirá de nuevo y su corazón se romperá en mil pedazos. Y aún así se levantarán, y deberemos hacer que abandonen ese orgullo quebrantado; cuando esto pase, nosotros las bestias, daremos un paso y presionaremos su alma y su mente, cuando su corazón sea irreparable, nosotros las bestias desapareceremos, nuestro trabajo estará hecho, momentáneamente.
Y llevamos la ventaja, separar siempre fue mas sencillo que unir, crear siempre fue mas difícil que destruir. Y aún así, me sigo preguntando ¿porqué después de tantos milenios seguimos peleando? ¿Porqué, de tener tal ventaja, no hemos ganado aún? Peor aún, ¿Porqué estoy dudando?
Creo que puedo suponer una respuesta, el Único capaz de crear de la nada, el Único capaz de unir algo irreparable, va ganando este eterno ajedrez. Y en este momento, yo, peón negro, fui devorado por la torre blanca y removido del juego.

FIN


Atte.: Lady Rose Michaelle 